Nunca dejare de lastimarme [¿?] de la triste situacion de la tropa, ni de incomodar a usted por un remedio. ¿A quien he de acudir sino a usted? pongase usted en mi lugar y porque si al verme atacado por todos lados, y en todos sentidos, podre hacer otra cosa.
No hay remedio amigo mio, soy un escrito [¿?] republicano y es muy dificil el que yo ceda de lo que he manifestad acerca de mi subida a esa cuidad. Si el Sr. Presidente lo desea, no tiene que hacerse violencia, y si lo es, semejante paso, no debe de ningún modo llamarme, pues como usted dice no se le debe obligar ni impeler a hacer (suig.a/mig.a) cosa, y mucho menos una que aborresco y no deseo, y que solo U. U. y el bien de mi patria me podran hacer aceptar.