El Bejareño. (San Antonio, Tex.), Vol. 2, No. 4, Ed. 1 Saturday, January 26, 1856 Page: 1 of 4
four pages : ill. ; page 17 x 10 in. Digitized from 35 mm. microfilm.View a full description of this newspaper.
Extracted Text
The following text was automatically extracted from the image on this page using optical character recognition software:
EL
X. DEBRAY y A. A. LEWIS Editores.
Oficina- en la Plaza de Armas,
TOMO II.
SAN ANTONIO, SABADO, 26 DE ENERO 1856
L
CONDICIONES:
Adelan-
tada.
ESTADOS UNIDOS:
Vuatro pesos al afío. )
]*iei reales por Trimcstro J
MEJICO':
Qiaco peno .
Precios de Avisos.*
Por cada cuadro do ocho linead o mono ,
l.a inserción subsecuente,
Después de un raes,
Targeta do comerciantes, por 10 lineas
o menos, al año,
Por seis meses,
Vor 8 meses
iauacioi de candidatos
Comunicaciones o avisos <on lengnage ofensivo,
serán recibidos bajo ninguna considcraeiuu.
$ i.eo
0,40
0,26
$ 8,00
■5,06
s,#e
6y0«
Agentes:
}
San Antonio.
l ou X&rcieo Leal,
tton Mariano li. García,
Uon Jwlius Bercnds,
Uon Agustin Sot®, Larndo.
I. on Juan Newton — Paso dol Aguila.
Ü«n Esteva"!) do fa Garza — Calaveras y los Arroyo ,
•on Jesús Lujan — El Paso del Norto y veoindad.
Avisos de-Abogados.
J. D. BUCHANAN, abogado y consejero «u loy.
Man Antonio. Tejas, dará, todo su tiempo a los que so
sirvan occuparlo. Oficina en la Plaza de Armas, lado
Norte.
J. He Dl'NCAN, abogado y consejero on ley, San
Antonio, Tejas, practicará en lus cortes de Dhtrito de
le* Condados de Bejar, Medina, Gillespie, Comal, Gua-
dalupe, Karnes, Gonzales y Caldwell, y en las corte
lapfcina y Federal en Austin.
JAWAliLDCIV," uoñsejero *n ley, Sao
Antonio, practicará en las cortes de Distrito de los Con-
rados de Guad&lúpo y Medina, y en las cortas Federal
3 Suprema en Austin. Atenderá con esmero y pronti-
4 todos asuntos que le serán.confiados.
de la construcción de i& Catedral de Colosa,
Por A. Durnaa.
Traducido para el Bejartfto.
Véanse par «I principio loa Nos. 1 2 y 3.
JUi siete pecados mortales.
Temprano en la mañana, «1 arquitecto fué ¡i
presentarte ante el arzobispo, quien jase impaci-
entaba de tanta dilación, para enseñarle el plan.
Monseñor Conrad confesó que no habia perdi-
do nada por esperar, y abriendo los tesoros del
cabildo, le autorizó A sacar de él 4 manos'lle-
as. ; .•
£1 mismo dia, «1 arquitecto echó las funda-
ciones de su catedral; y estando y por mucho
tiempo un.tropel de obreros cavando las en-
trañas del Drakenfels, no le faltaron materia-
les j por tanto se vid al edificio ni ir de tierra
cUal una inmensa vegetación de piedras apre-
surada «de abrirse ti los rayos del sol. '
Ya habian transcurrido tres meses, y cada
semana el monumento se elevaba de una hila-
da, cuando un viernes, que el arquitecto ab-
sorto en su trabajo, habia quedado hasta ] a
tarde sin eomer, y se volvia ii casa hambreado,
eucontro al burgomastre, buen compañero, co-
nocido por 1 os banquetes suntuosos que daba.
Volvia luego de ver al arzobispo para convi-
darle k eenar con el burgomastre de Maguncia
y el de Aquisgran, quienes pa&aban ambos por.
convidados alegres; pero no habiéndole en
contrado, iba ¿ buscarle donde estaba seguro
Reencontrarle. El arquitecto quiso rehusar,
alegando que su madre no era prevenida; no
obstante, el burgomastre no oió h nada, dici-
endo qtfe ya estaba heche, pues la habia hab-
lado ¿ si misma, de suerte que ¿ pesar do sus
excusas, el arquitecto tuvo que seguir al burgo-
mastre quien le introdujo en la sala de comer,
B1 Señor JUAN E. SUNDSTItON, Abogado y
••aaojero en ley, San Antonio, Tejas, practicará en las
••rtes del Segundo y del Cuarto Distrito, y en la Corte
JUderar en Austin. Atenderá fiol y diligentemente a to-
do los asuntos que so le encomienden. So occupa tam-
¿•1 cobro de deudas, reclamaciones, Ac. ac., y liará de
A (fon te do tierras.
Oficina — Calle de la Estafeta, frente a la Mondad*
<• Señores Groesbeeck A French. B1 Señor 8. habla
«4 Castellano, Francés y.Alemán.
— en medio de la cual estaba una mesa espléndi-
damente cargada de las viandas de aves y ca-
W. H. CLEVELAND, abogado y ■ consejero en
W 7 Notario Publico, San Antonio, Tejas, atenderá
l«x asuntos qtte se la enconiionden; habla el idioma Ca-
stellano. Ofyñnn. Callo Principal.
A. A• LEWISy Abogado y Consejero en ley, aten-
drá con esmero, todo negocio que se le encomiende.
Oficina dól BEJAKEHO, Plaza de Armas.
James Denison. Warrick Tunstall.
Dénison y Tunstall, Abogados y Conse-
cro «n ley, San Antonio, Tojas, practicarán en los
fondado* de la Jurisdicion del cuarto y segundo Distito
Jadiolal, en las Cortes de Distrito de Karnes y Goliad,
mi la* Cortes Suprema y Federal en Austin.
Oficina, Altos del almacén del Señor Joxbs, Esquina
4* la Piara Principal.
K. l¡. IIUSTON, Abogado y "Consejero en ley, tan
Aatonio, Tejas, atenderá eAn prontitud lo negocios
qa* ao lo encomienden. Oficina, en la Plata d* Arma*,
áok'lv V* te encontrará a todas liora*.
Fntak 1'iGAN, abogado y consejero en ley, agente
gao eral de tierra , San Antonio, Teja*; todo Munto que
* 1* encomiendo recibirá la mayor atención.
Oficina — Frente de la Casa dé Corte.
H. M. LEWIS, Abogado V contejero en ley, San
Antonio, Tejas, Oficina, Ctello de Tr*viño.
Ktfttol HowaVd, ~ J. A. Witeo*.
Howakd & Wilcox, Abogados, San An-
tteio, Tej**, sn oficina en la calle d* Soledad.
" 'Ü7«k ANDBRSOjr, Abo¿id¿'y" c¿ñVejVrp""¿i
l*r. áWnderá con prontitud todo aannto qa* •* I* ence-
>Á>i«'ir(i*. fraila él idiomá CaitrilSba. Ót«tka «all* d*
' J*es éé&áM. ••• ■
Joitü IHallot, Juei de Pit en h ciudad de
'Saa Antonio. Oficina en la placa de Ama* «creado la
■tiasa de Corte, ateaderá eon prontitud todo nagoeio oA-
«ial «a la orbit* do su ranUo pahllco y M-*Boarrari tfo
r**a«dar deeias, 4c.
sa mas regaladas.
El arquitecto, como, lo hemoe ya dicho, se
moría de hambre; por tanto empezó, luego
qne vio aquella colacion tan fuá, á, felicitarse
de haber eeguido al buigomsstre; pero cuando
se sentó ¿ la mesa, se acordó que era viernes,
dia de abstinencia, en el cual se permitía me-
nos que en cualquier otro, el entregarse al
pecado de golesina. Por tanto, acabada su
orocion, no quiso temar nada sino un pedako
de pan y un vaso de agua^ rehusando las vi-
andas mas delicadas y los vinos mas exquisi-
tos ; pues, como lo habia diciho, Ao era glo-
ton.
Por cuanto & los tres burgo) uaatres, comie-
ron de todas las viandas sin ttmor ni de Dios
ni del diablo, burlándose, duqjnte la cena, del
pobre srqtútecto per va. trato ^soazo.
£1 etro tlia, el arquitecto. Tofoió ú su obra
é ya quo no le faltaban ai el' ^nifiro ni ioshorú-
bres, ep vióoadadia la catedral defaree -mas.
El artista no dejaba de, pensar de tiefapo en
tiempo 4 lae amfipaoas.del diablo j peroaiempie
gw \p venían osos pensantes, raesba áe m
mismo temor (pura fuertes [para jret¡ tír> la
tentaeion, y mirando ü la eatednl aislsntafte,
esperaba que na se cumplirían las pcediccienes
infernales.
Hacia ese tiempo, el Pipa Inoc^te TV.,
quien era (Jeaores, quiso hacer erijir un pala-
cio en Roma para uno de sus sobrinos, y sien-
do la ciudad de Coioñn célebre por el talento
de sus arquitectos, pidió & Monseñor Conrad
que* le en vi ira uno. Monseñor Contad señaló
¿ su Santitad un hombre muy hftbil, a quien
había tenido por un momento la intención de
confiar la construcción de uu catedral, creyen-
do enojar bastante á nuostro arquitecto con
quien habia tenido algunos dies antes una li-
gera discusión; pero este, perdido en su tra-
bajo, se felicitó de que la elección no había ca-
ído en él, y al salir su rival, le abrazó y le dió
el buen viaje, pues, como lo había dicho, n„
era envidioso. ^
La eatcdral seguía ganando por esta sereni-
dad de ánimo. . £1 artista no vivía sino por
el monumento; todo su tiempo se p?• .ba en
medio do bus piedras, esculpiendo si mismo las
partee que requerían mas delicadeza y finura.
De su ludo, el arzobispo, por frio que fuese
con su arquiteeto, le pagaba realmente, de su-
erte que et artista al mismo tiempo que ideaba
una gran ¿loria para su nombre, acumulaba
una hermosa hacienda, y al termino de'diets y
ocho meses, tenis ya eosa de 6000 floríns, lo
que, por aquella época, era una suma honita.
Peto una'tarde que Volvia k «osa, su madre
le remitió «lia carta1 sellada de negro : era de
su hermana quien le informaba que acababa
de perder 4 su marido, y quedaba sin recursos
con tres niños. La pobre, al concluir su car-
ta, le pedia que Mf mandáre algún dinero para
que pudiese atender i\ su familia.
El artista le mandó sus 6000florines; pues,
como lo habia dicho, no era avarioioso.
Siempre seguia la catedral adelantando; pa-
recía él arquitecto haber hecho de ella sú mora-
da : ít li madrügada alfa estaba, y por veces
ya estaba cerrada la noclie antes que se fuere.
Sin etnbárgo, tenia u SüS ordenes muchos ob-
feros bastante hábiles paira qué pudiera des*
cansafte en ¿líos para ciertas obras importan-
tes ; por consiguiente, habia confiado u uno de
ellos ,despues de haberle ' delineado un plan
minucioso, una puerta lateral, llena de arabes-
cos, maravillólos, de la cual caía como de un
parral, una vinea oargada, de uvas. El obrero
encargado dé lleVa'r k ejecución aquella obla,
Sé había encerrado en una especie de tienda de
madera, para no áer enredado. El arquitecto
respectaba su solitud, y confiando en su capa-
cídád, esperaba que caiero el telo. Llegó el
gran dia. íl obrero tumbó eu armazón ;
pero éáioiées se desvaneció la 'esperanza del
afqúítedto; algunas partes de le pusrta esta-
Tíán'ffeljós dé iér di^nas áe lo derna? del cclifi-
; de modo que resolvió de hacer el mismo
aunque Rubiera mas de seis me*cs
kjéd; sin embargo no le eostó nada to-
ai lo imposible tirit en otra parte '<|ue en me-
di'o de susioolumnatas y bóvedas.
Entonces sucedió que una neehe, unos la-
drones que ignoraban que, 'habiéndose pagado
L los obreros, no quedaba ni un óbolo en la
casa del arquitecto, se introdujeren en ella, y
no «ncontraado dinéro, se compensaron con la
rop«, y se llevaron basta al vestido que se ha-
bía quitado, el cual estaba en una silla si pié
de I . cama; de modo que en lauiafiana vióque
no pedia pararse por falta de vestidos. Luego
mandó al sastre quien le^promitió un vestido
completo por la misma n<fche, pero no sejlo trajo
antes de tres días: asi el desgraciado arquitec-
to tuvo que quedarse setenta y dos horas en
su «ama. Cuando, después de haberle hecho
esperar asi, el sastre le entregó el vestído tan
deseado, por supuesto no dejó de hacharle bas-
tante en cara, sin embaigo se portó como con-
viene & uo hembra quieto y moderado; pues
como lo htbia dicho, no era eolérieo.
En el entre tanto, «e: desparramó el rumor
que el mundo i,ba 4 enriquecerse de ptra ma-
ravilla ; pues ya se podü^j uzgar por lo qye exis-
tia, ds lo que seria el,edificio una ves acabado;
de suerte que acudían como si fuere; U nna ro-
meria, do. Prancia^ Alemania j Elandres. Por
veces, deipues.de haber visto el edificio todos
esos peregrinos estaban ansiosos 4e ver al ar-
quitecto ; y cuando volvia ¿ casa, sol¡a„©ucon-
trar á tropeles de gráneos quienss > espera-
ban, para ver cub era él que habís tenido ba-
stante osadía y genio para esperar llevar 4 ca-
bo una empresa,«en?enante. Entre c«)*,p«re-
gjinos, habia también unas peraprioas, y Buce-
dió que una de ellos se pusó A apasionarse lo-
camente de nuestra. arquitecto; alquiló vna
casa en la calle que conducia de su morads 4
la catedml, de modo que cuando pasaba, fuese
jpra Ir, fuese para y,<d^e^ siempre la veía ¿su
ventana, con sonrías en los labiof^ y siguién-
dole de los .ojos hasta que Je hubiere perdido
de TÍ9ta, Asi se^uia por txes «emanas, cuando
una tardé que vólvia k coso, ella dejó caer de
su Ventana el ramillete qué tenia.én la mano.
El artista lo cojió, y sin pensar en mn), entró
k la casa para entregarle ¿ algún criado; pero
por casualidad,4 todos los criados hatéau-sslído,
de suerte que tUVó que Subir al alcjamiento
la, bella desconocida quien ;le ec>bió es un
cuarto fragranté do los- perfumes m« spaves,
J doqde reinaba unf penumbra .tan peligrosa
Pira los corazones poco seguros de w mismos.
Una vez Negado, h fué impo ble,al arquitecto
salir luego. Se wndió,¡pues, á las instancias
uu * i
é>o,
eSa pu
^ fi
mar eitaí^éíluclóp V' puésj. cojno lo
cho,
u
mfÍ**T íi
ros, y* de aserrarse por sus mianbs
los mínimos dstalles de su plan habian
•seguida ; demedu que psrecis qus le hubiera
m
mi ojos que
sid<f
saur jumo
de la beÚa
su asentó, qiis élla le í
biase Venido psfever
tema desdo moa dt un .ntss
-Sino cl,arqui
DOS ora
sn la suya, le dió uno do
entes besa que soiren de tos
¡y, abeokertisck><, M> kise^áml.
'w • • a Jk . M %
nm
toeiones de la carne, 10 que concluido, m rs-i
tiró ¿ pesar de Isa instancias y lagrimas oft la
seductora, pues, como lo había dicho,, no ara'
lujurioso..
(Ceatiassrfc)
Upcoming Pages
Here’s what’s next.
Search Inside
This issue can be searched. Note: Results may vary based on the legibility of text within the document.
Tools / Downloads
Get a copy of this page or view the extracted text.
Citing and Sharing
Basic information for referencing this web page. We also provide extended guidance on usage rights, references, copying or embedding.
Reference the current page of this Newspaper.
Debray, X. & Lewis, A. A. El Bejareño. (San Antonio, Tex.), Vol. 2, No. 4, Ed. 1 Saturday, January 26, 1856, newspaper, January 26, 1856; (https://texashistory.unt.edu/ark:/67531/metapth178185/m1/1/: accessed April 28, 2024), University of North Texas Libraries, The Portal to Texas History, https://texashistory.unt.edu; crediting The Dolph Briscoe Center for American History.